Por Marcela Antonacci
Las malas personas pueden causarte mucha decepción y dolor además de confusión sobre el por qué actúan de esa manera. Si siempre te consideraste una buena persona no tienes que cambiar tu personalidad por culpa de las malas influencias.
Es difícil, pero seguir siendo una buena persona dependerá siempre de ti. No importa la situación en la que te encuentres, siempre es mejor conservar la esencia y no transformarte en una mala influencia para otros. La bondad es algo que no se ve pero que, quienes te rodean, lo sienten en lo más profundo de su ser. Nunca dejes que tu corazón se decepcione a pesar de como actúen los demás. Siempre sé tú misma, no importa cómo ni por qué, no pierdas la esencia que te hace ser buena persona, ¡dile adiós a los malos pensamientos!
¿Cómo seguir siendo una buena persona?
Ahora te dejamos algunos consejos que te ayudarán a no dejar de ser una buena persona:
- Si las personas te tratan mal, no hagas lo mismo. No les pagues con la misma moneda. Recuerda que cuanto más des, mejor te sentirás.
- Controla tus impulsos, pues aunque estés con deseos de actuar de la misma manera que el malvado, una buena práctica es detenerte antes de hacer algo impulsivo y controlar tu comportamiento aprendiendo a perdonar, aunque esto no significa que debas “poner la otra mejilla” siempre.
- Ten paciencia, no siempre las buenas obras se ven recompensadas con agradecimiento. En ocasiones, la mala voluntad de las personas hace que todo lo que hicimos parezca una nimiedad.
- Recuerda que enojarte puede traerte muchas decepciones. Lo mejor es mantener la calma, respirar profundo y dejarte llevar por los buenos pensamientos.
Si sigues estos consejos, pronto tu paciencia se verá recompensada, pues tu conciencia estará tranquila sabiendo que realizaste más obras buenas que malas y además, ¡podrás dormir más tranquila! Pues como dice el refrán: “la mejor almohada es una conciencia tranquila”.