Rashel Díaz

“Nunca me había sentido más feliz y plena, lo tengo todo”

Por Angela Calderón

Rashel Díaz

La imparable

La presentadora y modelo nos confesó que vive su mejor momento, gracias a su familia, a quienes considera su pilar de vida, su esposo que le demostró que el amor si existe, Dios que despertó su razón de ser, y todo esto lo complementa con su pasión por el mundo del entretenimiento.

Natural, carismática, y sobretodo humana, son algunas de las cualidades que han hecho de Rashel Díaz, uno de los rostros más reconocidos y queridos por lo hispanos en los Estados Unidos.   Su frescura y espontaneidad llegan a “Un nuevo día”, cada mañana a través de las cámaras de la cadena hispana Telemundo.

La historia de Rashel inspira, es una mujer exitosa, reconocida como buena madre, hija, nieta, pero aparte de todo esto, es reconocida como un símbolo de amor, después de dos relación fallidas,  cuando menos lo esperabas, llego el hijo de Martha a voltear su mundo, en esta edición de Imagen Life tuvimos la oportunidad de compartir junto a ella, una tarde maravillosa en las instalaciones del Hotel National en Miami Beach, ahí a través del lente de la fotógrafa Natalia Aguilera, pudimos lograr estas bellas imágenes, y esto es lo que nos contó esta bella cubana.

¿Rashel, cómo era la Cuba de tu niñez y adolescencia? Cuál es el recuerdo más hermoso que alberga tu corazón?

Viví en Cuba mi niñez y adolescencia, vine a los Estados Unidos a los 20 años.  Mis memorias son de una vida muy alegre, rodeada de una familia numerosa, obviamente en esta etapa también comencé a sentir vacíos emocionales, debido a que a mis seis años mi padre emigró a los Estados Unidos, y luego a mis catorce lo hizo mi abuela.  Estas separaciones temporales, me llenaron de sentimientos de tristeza, y añoranza. Pero aparte de estas faltas, mis recuerdos son de una vida muy feliz, un ambiente muy sano. Mis días transcurrían entre el estudio, el baile, y todo tipo de actividades culturales y artísticas , las cuales no me daban tiempo de sentir la vida aislada que se tiene en mi Isla, sin internet, y con solo con dos canales de televisión, que para mí eran lo máximo.  En definitiva en mi corazón reposan hermosas remembranzas de mi patria, de mis amigos, mi familia, mi barrio, mis raíces, y todos estos maravillosos recuerdos solo se reflejan en la felicidad que sentí al tener la  oportunidad de volver a caminar por esas calles y  compartir con mi gente….Para mí esa era la mejor Cuba.

¿En esa etapa de tu vida, qué soñabas ser?

Soñaba con ser bailarina, esa era mi visión. Desde que conocí el flamenco, no se decirte porqué, pero lo que sentía y sigo sintiendo es como si fuera parte de mí. Hasta donde sé, no tengo ancestros españoles ni gitanos, pero escucho la música y la siento en mis venas.  Desde muy pequeña comencé a bailarlo, y tuve la fortuna de que mi madre me apoyara.  En esa época  tuve la oportunidad de formar parte de una compañía profesional, y ese fue mi sueño hecho realidad.  Primero estudié durante siete años ballet. Bailaba todos los días, de 9 de la mañana a 7 de la noche, de ahí me montaba en una bicicleta y me iba desde la Habana Vieja hasta El Vedado, porque en esa época la gasolina estaba escasa y ese era la forma en como nos podíamos movilizar, pero la verdad es que no me pesaba porque estaba haciendo lo que amaba, y estaba enfocada en seguir mi sueño.

¿De quién heredaste tu vena artística?

Todavía me lo pregunto, si encuentran por ahí de quién avísenme… porque la  verdad en mi familia no hay nadie que sea ni cantante, más bien cantamos horrible, eso sí, a toda mi familia le gusta bailar,  mis hermanos, mi papá, mi mamá, mi abuela, mi hermana, y es algo que nos caracteriza,  pero nadie ha trabajado en la televisión, ni ha sido famoso, por eso es que siento que llegué al mundo del entretenimiento por designio de Dios, Él quiso ponerme ahí, no era algo que yo buscaba, pero ya después me enamoré de esta carrera la cual amo con todo mi corazón.

¿Tus hijos la heredaron de ti?

No nada que ver, el varón Juan Daniel es muy penoso, y está enfocado más hacia el deporte, le gusta el futbol americano y se ha desempeñado en eso. Daniela, sí baila, ella se enamoró como yo desde pequeña del Flamenco y es uno de sus hobbies, al igual que la gimnasia, pero no quiere trabajar en televisión, su sueño es convertirse en una veterinaria o de pronto en una abogada.

¿Fue muy difícil adaptarse a la vida en Estados Unidos?

Sí fue difícil adaptarme, porque cuando llegue era una adulta, no sabía el idioma, sentía que me habían quitado mis amigos, mis raíces, mi gente la cual que quería seguir viendo.  Lloraba todos los días, me sentía fatal, les reclamaba a mis padres, pero esto me duró cuatro meses, ahí comencé abrir los ojos a una variedad y a un mundo que no conocía, desde la comida, la tecnología, el poder manejar, el que me pagaran por mi trabajo, eso en Cuba no existía, y ahí comencé a apreciar el nuevo mundo donde mis padres me habían traído, y comencé a pensar en un plan para poder desempeñarme en el país que me había abierto las puertas.

Para estas personas que están iniciando este camino de ser emigrante, ¿qué mensaje les puedes enviar, y que este pueda convertirse en la batería que recargue sus ganas de seguir adelante?

Creo que nosotros lo latinos tenemos que entender que hemos llegado a otro  país que no es el nuestro, a veces pecamos de querer que este país se adapte a quienes somos nosotros, y es al revés.  Claro que considero importante tener nuestras raíces arraigadas, al igual que conservar nuestras costumbres, y amor a esa primera patria,  es algo que les trato de enseñar siempre a mis hijos.  Personalmente, para mí lo fundamental fue aprender inglés, entender el ritmo de trabajo que hay acá, y prepararme.  No es fácil, se requieren muchos sacrificios, pero vale la pena. Este es un país de oportunidades y hay que trabajar por alcanzarlas.  ¡No podemos rendirnos! Hay que seguir trabajando por los sueños que tenemos.

Hablando de preparación, ¿cómo es que a los 24 años y después de tener tu primer hijo, decides estudiar periodismo?

Llegué a la televisión por designio de Dios, y estando allí, recuerdo un día que don Francisco me dijo, tienes que prepararte y determinar qué vas a estudiar, porque la carrera de modelaje no me iba a durar para siempre.  Es ahí cuando tomó la decisión de comenzar a estudiar periodismo. Estudiaba de día, de noche, los fines de semana, tenía tres trabajos, fue muy difícil, y mi hijo fue el que más pagó todos estos sacrificios.  Pero hay que trabajar, y esforzarse, para poder superarse, esa debe ser la mentalidad que tenemos que tener.

Háblanos de tu historia de amor con Dios….

Mi historia de amor con Dios… es hermosa. Es lo que cambió mi vida, no significa que haya tenido una vida horrible, pero si en algún momento sentí vacíos.  Desde muy pequeña, creí que había nacido para casarme, tener muchos hijos, y vivir para siempre junto a mi pareja, y  que eso era la felicidad. Sin embargo, me casé muy joven con el padre de mi primer hijo, relación que no funcionó, y terminó en divorcio, después me caso con el papá de mi segunda hija, pensando que con el sí funcionaría, el matrimonio dura 10 años, y vuelvo a caer en un divorcio, en esa etapa me derrumbé y entre en depresión, no quería ni levantarme, lloraba todos los días, y no solo por el divorcio, sino que comencé a cuestionar mi vida. En ese periodo recibí mucho el apoyo de mi familia, y de profesionales, pero seguía sintiéndome fatal.   Recuerdo que una noche sentí que no podía más, fui honesta conmigo misma, me arrodillé y le pedí a Dios, que por favor me ayudara, porque yo no podía sola.  Y bueno uno lo hace en un momento de desesperación, sin pensar que va a recibir la respuesta. 

Pero lo cierto es que ahí, comencé a sentir más el llamado de Dios, al principio lo negaba, siempre he pensado que he sido una hija testaruda porque Él siempre lo intentaba, por ejemplo  tengo muchos amigos cristianos que me invitaban a sus iglesias, pero yo encontraba la forma de eludir, pero poco a poco empecé a sentir la necesidad, escuchaba música, visité algunas iglesias, y fue ahí cuando me quede con la del Pastor Bobby Cruz Jr.  Allí comencé una relación muy cercana, al año me quise bautizar porque lo reconocí a Él como mi salvador, como mi Señor. Día a día, ha ido creciendo esta relación que pienso que es muy personal entre cada persona, pero es el cambio y la transformación más linda, más hermosa, y más verdadera que he podido tener en mi vida.

Después de tu reconexión con Dios, llega a tu vida, una nueva historia de amor, ¿crees que Carlos es la respuesta de Dios a tus suplicas?

No me cabe la menor duda, no quiero que piensen que uno se sienta y  dice: Dios deseo que me mandes un casa, y ahí mismo cae la casa, eso no es así. Yo tenía que vivir un proceso de restauración, conmigo misma donde no podía estar involucrado absolutamente nadie más que Dios y yo. Yo viví, sentí, y acepté ese proceso, lo tomé de la mano y lo caminé junto a Dios.

Un día durante el servicio nuestro pastor nos mencionó que en qué área de nuestras vidas nos sentíamos infértiles, que se la entregáramos a las manos de Dios para que Él obrara.  Recuerdo que lloré mucho, y en ese momento le pedí a Dios, que cuando el creyera que estaba lista, me enviara un buen hombre que me valorara, me amara, ya que ese había sido siempre mi deseo.  Y fue así, que al poco tiempo que por cuestiones de la vida en el lugar donde me hago las manos, conocí a Carlos.  Al principio no creí que él fuera, ya que es más joven que yo, pero a medida que lo fui conociendo me fui enamorando y Dios me seguía confirmando que ese era el hombre de mi vida.  Hoy en día estamos casados, los dos enamorados de Dios, y como digo este es un matrimonio de tres, no de dos. 

¿Cómo ha sido el proceso de adaptación en esta nueva vida de casada, con tus hijos, tu esposo y Madelyn la hija de Carlos?

Cuando las cosas vienen de Dios, todo fluye y no hay obstáculos. No significa que todo sea perfecto, y que no hemos tenido problemas, pero mi familia y la familia de Carlos hemos creado una fusión y ahora consideramos que somos una familia de casi 40, por eso no me cabe duda de que esa foto la puso Dios.

¿Tus planes futuros?

Lo que pasa es que divido mi vida en varias áreas, obvio mi prioridad es Dios, pero mi familia es extremadamente importante, yo jamás pondría en riesgo el tiempo hacia mis hijos, el valor de mi familia, por nada profesional, ni por ninguna satisfacción personal, eso para mí es fundamental.  En lo profesional, tuve una experiencia muy linda en República Dominicana con la pastora Laura Cardenes, quien  me invito a un evento que se llama “Entre Amigas” , ese día donde yo compartí mi testimonio de mi historia con Dios,  nació en mi corazón ese deseo de seguir haciendo estas conferencias y poder compartir con más mujeres.

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